Pastor Mario Galván

Pastor Mario Galván

domingo, 31 de enero de 2016

EL MÁS GRANDE AMOR

Juan 3:16

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

La primera vez que oí esta escritura mi corazón latió con mucha fuerza, ese mensaje empezó una transformación dentro de mi, una obra maravillosa.


En esta escritura se resume todo el mensaje del plan de salvación que Dios diseñó para la redención del ser humano. 

La palabra de Dios enseña que todos hemos desobedecido a los mandamientos que Dios había dado para poder tener una  amistad con él, y eso causó que no tuviéramos acceso a Él, su palabra dice que por causa de la desobediencia  estábamos destituidos de la Gloria de Dios. Y merecíamos el estar separados de Él por la eternidad. La principal causa de la salvación,  es el amor de Dios. 

Este verso comienza diciendo que de tal manera!!! Es una expresión que trata de describir algo que no tiene magnitud para ser explicado, y nos describe para quien era ese Gran Amor, era para cada ser humano que decide recibirlo, y algo maravilloso, es que Dios envió a su hijo Unigénito para morir por todos. Si! Envió a Jesucristo para que tomara nuestro lugar, pero una buena noticia con ese sacrificio de tomar nuestro lugar el nos dio el acceso a nuestro Padre Celestial nuevamente. Jesús es el camino, la verdad que nos lleva al Padre. Y la manera de recibir este regalo de una relación con Dios restaurada es sencilla, es creer en nuestro corazón que él es nuestro Señor  y Salvador, y confesar con nuestros labios que hemos decido recibir ese Gran Amor.





viernes, 29 de enero de 2016

EL QUE NO NACIERE DE NUEVO, NO PUEDE VER EL REINO DE DIOS

Juan 3: 1-15

1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?
10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?
11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.
12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.
14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,
15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.


El señor nos dice que no basta con conocer la palabra, y creer por lo que se ve, sino que toca ir, buscar más a fondo de nuestro ser, tenemos que llegar a un renacimiento espiritual, el cual es en Dios.

En mi ciudad natal conocí a un joven que conoce y se aprendió la biblia de principio a final; puedes preguntarle por un versículo en específico y se tarda no más de 10 segundos en recitarlo; genial verdad? Pues fíjense que este joven es un habitante de la calle por drogadicción. Por mucho conocimiento que tiene de la palabra no es suficiente para superar su adicción, sabes por qué? Porque no ha tenido un renacimiento espiritual en Cristo Jesús, no ha logrado una verdadera intimidad, comunión con Dios. No ha puesto en práctica todas las enseñanzas y la guía que el señor ha transmitido a través de su palabra, sino que la tomó como un libro de literatura corriente y se entregó a los placeres del mundo, con el desafortunado desenlace que comenté al inicio.

Por otra parte, también he sido testigo de muchas personas que viven en un tour de iglesias; saltan de una congregación a otra buscando lo que ellos llaman una buena iglesia donde se vea el poder de Dios (refiriéndose a milagros), sin darse cuenta que el verdadero problema o más bien la falla o carencia de la intervención de Dios en sus vidas es su falta de fe verdadera; una fe que salva, que esté basada en la creencia inequívoca de que Jesús es nuestro salvador y de que todo cuanto nos enseñó en su corto paso por la tierra es verdad y ajustado a la voluntad de nuestro Padre celestial.

Nuestra fe no puede estar basada en milagros, aunque en nuestro andar con Cristo lo vamos a experimentar de seguido; los milagros o favores que el señor obra en nuestras vidas es solo una señal que nos va dando dirección, confirmación de que vamos por el camino correcto, mas no es el final del camino. No solo debemos buscar a Dios para que nos haga un milagro, sino que debemos buscar primeramente a Dios para nuestra salvación, y entonces el obrará y se manifestará en nuestras vidas con mucho más de lo que le hemos pedido.


El hombre por si mismo, nosotros por nuestras propias fuerzas no podemos salvarnos, necesitamos vivir una experiencia de cambio, “un renacer espiritual” un cambio en nuestra naturaleza, porque si vemos o interpretamos con los ojos de nuestra naturaleza humana, de nada nos serviría volver a nacer porque volveríamos a nacer como pecadores; es por eso que el señor nos pide que volvamos a nacer “del agua y del Espíritu” indicando esto que necesitamos limpiarnos del pecado, tener un arrepentimiento verdadero y real, para que Cristo pueda renovar nuestro Espíritu y éste sea con Dios.




jueves, 28 de enero de 2016

MI CASA, CASA DE ORACIÓN SERÁ LLAMADA


Juan 2:13-22

13 Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén,
14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.
15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas;
16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.
17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.
18 Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto?
19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
20 Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?
21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo.
22 Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.


Al leer este pasaje pienso en la importancia del congregarse con entendimiento. La razón por la que el Señor Jesús se indigna al ver esta escena de mercadeo en el templo, es porque el había dado instrucciones  de guardar el día del Señor, y promesas como que el  enviaría bendición y vida eterna allí, y ese tiempo y lugar era con el propósito de Adorarle a El. Estas personas estaban obstaculizando el verdadero enfoque de ir al templo Adorar, usándolo para beneficio egoísta y personal. Cuidado!!! Hoy nos puede pasar lo mismo a nosotros, si descuidamos el verdadero significado de ir a la iglesia, o el congregarnos. 

Reflexionemos acerca de la motivación o el por que? Vamos a la iglesia. En nuestros días tal vez no vemos afuera un mercado, pero en nuestro corazón, que tipo de obstáculos tenemos? tal vez, estemos asistiendo por costumbre, por rutina, porque se nos forza, o para usarla como un lugar de ventas para propósitos personales....Pensemos en esto!!!

Si el Señor Jesús mirara hoy en nuestro corazón, por el verdadero propósito del porque vamos al templo, volvería a decir: no hagas de mi casa un mercadeo, sino que mi casa sea llamada Casa de Oración?







miércoles, 27 de enero de 2016

DIOS TIENE RESERVADO LO MEJOR PARA EL FINAL

Juan 2: 1-12

1 Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
2 Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
8 Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo,
10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora.
11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
12 Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días.


Este pasaje de la palabra de DIOS tiene mucho significado para nuestra vida como cristianos, podemos verlo desde diferentes ángulos y emplearlo para diferentes propósitos, pero la verdad es que todo nos lleva siempre al mismo punto: nuestras vidas no son las mismas una vez que hemos recibido a CRISTO en nuestros corazones; en CRISTO todo es mejor, Él tiene reservado lo mejor para el final.

Hoy el señor ha dispuesto que comparta esta palabra enfocada en nuestros matrimonios. Es muy importante que el primer gran invitado a nuestro matrimonio, inclusive antes de llevarlo a cabo, sea nuestro señor Jesucristo; el simple hecho de invitarlo, de hacerlo partícipe de nuestra vida en matrimonio, cambia por completo el sentido de ésta. Por mucho que nos esforcemos para tener un buen matrimonio y organizar las cosas para que todo salga bien, de nada sirven si cada uno de los cónyuges no entrega su vida al señor y toma la firme decisión de formar un hogar donde CRISTO tenga el lugar más importante.

Cuando comenzamos o llevamos un matrimonio pensando que lo tenemos todo cubierto, que con nuestras fuerzas todo lo podemos alcanzar, y no tenemos en cuenta a DIOS para hacerlo, es inevitable que a mitad del camino nos cansemos y sintamos que nos quedamos sin fuerzas para seguir adelante como matrimonio, como familia, y todo por cuanto hemos trabajado se viene al piso.

Es importante que pongamos el llamamiento de DIOS y sus propósitos sobre todos nuestros intereses personales y familiares, que cumplamos con todo lo que el señor nos pide y nuestras vidas serán transformadas. Que rebosemos nuestro corazón con la palabra de DIOS para que seamos convertidos como esa agua en vino fino.  


El señor quiere que vivamos esa conversión y veamos su gloria para que  confirmemos nuestra fe y fortalezcamos nuestra relación con ÉL, así como lo hicieron sus discípulos, y podamos proclamar su grandeza por cada rincón del planeta.





martes, 26 de enero de 2016

EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO

Juan 1:29-34

29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

30 Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.

31 Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.

32 También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.

33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.

34 Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.


Esta semana en nuestra congregación hubo un servicio impactante y maravilloso, con testimonios de la obra de transformación y milagros que Dios ha hecho y sigue haciendo en la vida de cada corazón que abre sus puertas. Hubo lágrimas y risas al oír que Dios había restaurado matrimonios, levantado un hombre que se quería quitar la vida, sanar enfermedades que los doctores no podían hacer nada. Este es el mismo Dios del que Juan dio testimonios que vino sobre "Él" el Espíritu Santo y permaneció en "Él". Juan fue testigo ocular de ese maravillo momento, y el proclamó así como estos testimonios el domingo escuchamos diciendo "Que Jesús es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo".