Juan 6:16-21
“16 Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar, 17 y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos. 18 Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba. 19 Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo. 20 Mas él les dijo: Yo soy; no temáis. 21 Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban.”
REFLEXIÓN
En esta enseñanza vemos al Señor una vez más manifestar su poder al andar sobre el mar y no solo eso sí en medio de una tormenta, y llevando a salvo la barca con los discípulos. Ahora creo que podemos identificarnos un poco más de cerca con esta enseñanza. Cuantos de nosotros estamos atravesando un momento así, donde nos ha toca subirnos a la barca de prueba en la oscuridad y sentimos como una gran tempestad que azota a nuestro alrededor, hasta vemos como el agua de las olas entra a nuestra barca y sentimos una gran soledad parece que el Señor no está con nosotros. Cuán difíciles son estos momentos desearíamos no tener que experimentarlos, pero son parte de la jornada de la vida. Y en esta enseñanza vemos que el Señor no nos deja El viene en camino a nuestro auxilio, aunque sintamos mucho miedo El nos dice: No temáis, Soy Yo Jesus, se sube con nosotros a la barca, el toma el control de la situación difícil y nos ayuda a llegar seguros a la orilla. Clamemos al Señor en cualquier situación y el promete venir en nuestro socorro.
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