Pastor Mario Galván

Pastor Mario Galván

domingo, 6 de marzo de 2016

SE AGRADECIDO CON DIOS Y JAMÁS SERÁS DECEPCIONADO

JUAN 6: 1-15

“1 Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. 2 Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. 3 Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. 4 Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. 5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? 6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. 7 Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. 8 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: 9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? 10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. 11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. 12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. 13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. 14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. 15 Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo”.

REFLEXIÓN

Esta palabra nos enseña dos cosas bien importantes en la vida del cristiano:

1. Debemos ser agradecidos con lo que el señor nos ofrece, porque Él nos provee con lo necesario para satisfacer cada una de nuestras necesidades. Muchas veces adoptamos un comportamiento ingrato ante las situaciones que se nos presentan a diario, y no nos detenemos aunque sea un instante a pensar en ¿qué nos quiere decir el Señor a través de ellas? Nada de lo que sucede en nuestras vidas no es casualidad; todo tiene una razón de ser en la visión de Dios para con nosotros, y por ello no debemos hacer pataletas o declararnos inconformes con cada cosa o evento que se nos presente; por el contrario debemos siempre buscar el lado bueno del asunto, agradecerle a Dios por lo recibido y por lo que ha de venir, y asímismo tratar de ver todo a través de los ojos de Dios, para que no lo desagrademos, sino que por el contrario nuestra actitud de agradecimiento y confianza en su sabiduría infinita, se convierta en motivo de multiplicación de bendiciones y gracia sobreabundante en nuestras vidas.

Fíjese en lo que dice la palabra: “Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos”. Jesús siendo el mismo Dios, lo primero que hizo fue darle las gracias al padre, demostrando con ello su obediencia y dependencia absoluta en todo momento; ¿qué mejor ejemplo de lo que debemos hacer no solo en situaciones que estén fuera de nuestro control sino en TODO momento y situación que vivamos? Si Jesús lo hizo ¿por qué no lo hemos de hacer nosotros en nuestro diario vivir? REFLEXIONE SOBRE ESTO.



2. Cuando ponemos nuestros ojos y nuestra esperanza en Dios, jamás seremos decepcionados. Debemos reconocer a Dios como nuestro gran y único proveedor, el único que puede darnos inclusive más de lo que necesitamos; nada ganamos con angustiarnos ante una necesidad o un problema; nuestra Fe debe ser tan grande y poderosa que cuando se presenten estas situaciones contrarias a nuestro pensar, las veamos como una gran oportunidad de ver la gloria de Dios manifestarse en nuestras vidas. Un verdadero cristiano no se debe afligir por las contrariedades sino fortalecerse en su Fe y demostrarle a Dios su dependencia total y absoluta hacia Él. Si queremos ver un milagro manifiesto en nuestras vidas, lo primero que debemos hacer es agradecer a Dios ante cualquier circunstancia y confiar en que todo cuanto sucede es por un propósito divino, porque solo a través de esas situaciones podemos llegar a conocerle más y vivenciar de cerca la gloria y el poder de nuestro Dios, así como sentir su compañía permanente en nuestro andar por el camino que nos conduce a su reino.




2 comentarios:

Unknown dijo...

Asi es, debemos aprender ser gradecidos con nuestro Señor, la verdad, no estamos acostumbrados en dar gracias a a Dios por todas las cosas que Él hace a diario por nosotros, hasta por las cosas más pequeñas que nos suceden, Dios tiene sus manos dentro de ella, en mi llegada a este pais pude aprender a ser agradecida a Dios y a compreder que mi vida completamente depende de Él, y apartir desde ese momento nuestra vida a cambiado y a sido llenada de Bendiciones que hasta mis hijos lo han visto y han a aprendido a ser agradecidos y asorprenderse por las maravillas que hace Dios en nuestra familia.
por eso invito a todas las personas que lean esta palabra de hoy que reflexionen sobre ella y permitasen un espacio de su tiempo para que len den gracias a Dios por el minimo detalle que le sucen en su diario vivir, y podran experimentar como yo la lluvia de Bendiones que caeran sobre ustedes.
Dios los Bendiga, un abrazo gigante.

Unknown dijo...

Asi es, debemos aprender ser gradecidos con nuestro Señor, la verdad, no estamos acostumbrados en dar gracias a a Dios por todas las cosas que Él hace a diario por nosotros, hasta por las cosas más pequeñas que nos suceden, Dios tiene sus manos dentro de ella, en mi llegada a este pais pude aprender a ser agradecida a Dios y a compreder que mi vida completamente depende de Él, y apartir desde ese momento nuestra vida a cambiado y a sido llenada de Bendiciones que hasta mis hijos lo han visto y han a aprendido a ser agradecidos y asorprenderse por las maravillas que hace Dios en nuestra familia.
por eso invito a todas las personas que lean esta palabra de hoy que reflexionen sobre ella y permitasen un espacio de su tiempo para que len den gracias a Dios por el minimo detalle que le sucen en su diario vivir, y podran experimentar como yo la lluvia de Bendiones que caeran sobre ustedes.
Dios los Bendiga, un abrazo gigante.