Pastor Mario Galván

Pastor Mario Galván

miércoles, 10 de febrero de 2016

EL PROFETA NO TIENE HONRA EN SU PROPIA TIERRA

El profeta no tiene honra en su propia tierra

JUAN 4: 43-45

43 Dos días después, salió de allí y fue a Galilea.
44 Porque Jesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.
45 Cuando vino a Galilea, los galileos le recibieron, habiendo visto todas las cosas que había hecho en Jerusalén, en la fiesta; porque también ellos habían ido a la fiesta.


REFLEXIÓN


Cuando iniciamos en los caminos del señor siempre se presentan barreras, obstáculos que quieren impedir nuestro crecimiento en el andar con Dios. La mayoría de estas barreras provienen de nuestro círculo familiar y de amistades; los primeros porque suelen pensar que estamos traicionando la tradición familiar y que nos estamos alejando de lo que ellos consideran es el camino correcto; los segundos tienen diferentes motivos que los impulsan a convertirse en verdaderos dolores de cabeza: algunos por envidia al ver que todo florece a nuestro alrededor mientras ellos continúan estancados en la podredumbre; otros porque creen que pierden a un miembro valioso de su grupo ya que nuestros objetivos y procederes cambian conforme a la voluntad de Dios. Pero nada más errado que todas estas posiciones infundadas, porque cuando dejamos entrar a Dios en nuestros corazones y le permitimos que tome el control de toda nuestra vida, los primeros beneficiados con este gran cambio son aquellas personas que nos rodean debido a que nuestra actitud cambia en un 100% para bien y viene acompañada con una orden directa de Dios de que compartamos nuestra bendición, nuestro gozo y nuestro nuevo conocimiento del Señor y de su palabra con estos seres maravillosos que por años han permanecido a nuestro lado y que están necesitados de la presencia permanente de Dios en sus vidas, con la firme intención de que su vida cambie al igual que la nuestra y comiencen a recibir esos mismos frutos que el señor tiene guardado para todo su pueblo.

Esta palabra de hoy nos enseña que cuando comencemos a experimentar estas barreras en nuestro caminar con Dios, no nos abatamos o echemos para atrás, sino que por el contrario nos llenemos de mayor ímpetu en nuestra búsqueda de Dios y de su reino para crear un carácter cristiano tan fuerte que rompamos todas esas barreras y podamos llevarles la salvación no solo a quienes representaban los obstáculos sino que vayamos un poco más allá en búsqueda de las ovejas descarriadas que se encuentran temerosas y a la espera de la voz de su pastor para volver a la tranquilidad y al seno de su rebaño de donde nunca se debió alejar.

Cuando somos tocados por Dios, vivimos la transformación que el señor espera en nosotros y somos nuevas criaturas en Cristo, la aceptación y comprensión por parte de nuestros familiares y círculo de amigos es bien difícil; pero si nos aferramos a la mano de Dios, somos testimonio vivo de su gloria y su misericordia, si ponemos nuestra fe en Cristo y perseveramos en ella hasta el final compartiendo su palabra inclusive con aquellas personas que no creen en nosotros,  el señor nos exaltará delante de todos las personas que forman parte de nuestra vida y con ello recibiremos también la salvación que Dios nos ofreció a través del sacrificio de su hijo en la cruz.

Hermano no sientas temor de que quienes te rodean hoy, te juzguen o te persigan; en el tiempo de Dios todo cambiará a tu favor y aquellos que hoy te apartan o te miran con desprecio, vendrán a ti en la búsqueda de la luz que les lleve al camino de la salvación en Cristo Jesús, porque dice la palabra de Dios que quienes tenemos fe y esperamos en Él, nunca seremos avergonzados.






1 comentario:

jose dijo...

Dios es amor